Enseguida acordonaron la zona con valla antimosquitos hasta saber qué había pasado. La violencia de la calle estaba dentro de esa tela verde. Nadie se explicaba lo qué había pasado..La silueta inconfundible del inspector Palazzo se movía de un lado a otro, inquieto:
-¡ Cuánta violencia! ¡ Esto aquí no cuadra !
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